El Balance de Blancos es una de esas funciones que nos ofrecen nuestras cámaras que a veces tendemos a descuidar. Solemos dejar ese ajuste en el modo automático, y en la gran mayoría de los casos obtenemos una imagen con los colores correctos. Sin embargo, en las ocasiones en las que el balance automático no funciona correctamente, o cuando nos equivocamos al hacer la selección del balance de blancos adecuado, observaremos que la fotografía adquiere una cierta tonalidad de color. Por ejemplo: si a plena luz del día ponemos nuestro ajuste de blancos en modo luz incandescente la fotografía adquirirá una tonalidad azulada; si por el contrario usamos el modo fluorescente, la foto nos saldrá con una tonalidad anaranjada.
También obtenemos una imagen con una fuerte coloración cuando realizamos fotografías de larga exposición con un filtro ND de alta numeración o con uno casero.
Si nuestra imagen está en formato RAW al abrirla en Camera RAW podemos usar la barra de temperatura del Balance de Blancos para ajustar a ojo el color de nuestra imagen.
También podemos usar el puntero de ajuste de blancos en forma de cuentagotas y buscar una zona en nuestra imagen que deba de ser blanca y que posea cierto detalle, para que al pulsar con el puntero sobre ella se nos ajuste el tono general de la foto y eliminemos esa tonalidad añadida.
Si nuestra imagen está en formato JPG las cosas se complican un poco, dado que el ajuste de Blancos es uno de los parámetros que quedan prefijados en la imagen al ser grabada como JPG, y es más complicado de corregir, debido en parte también por ser un formato comprimido y tener menos información sobre la que trabajar.
Podemos intentar abrir nuestro JPG con Camera RAW y aplicar alguno de los ajustes anteriormente mencionados, o bien abriendo el ajuste de curvas usar el puntero de ajuste de blancos en forma de cuentagotas sobre la zona que queremos que pase a ser blanca.
Sin embargo, realizar un ajuste con estos métodos a veces no nos da los resultados deseados y tenemos que estar probando con el puntero en diferentes zonas hasta que obtenemos un resultado aceptable.
Hoy vamos a ver un truco que nos permite corregir esta coloración en unos simples pasos de manera rápida y eficaz.
1.- Abrimos la imagen.
Abriremos en Photoshop la imagen que presenta un mal ajuste de blancos o una coloración global debida a algún filtro.
2.- Neutralizamos la coloración.
Una vez abierta la imagen iremos a Menú -> Imagen -> Ajustes -> Igualar color…
En la ventana que se nos abre marcamos la casilla en la que se lee “Neutralizar” y pulsamos OK.
Tenemos ya nuestra imagen sin esa tonalidad de color.
Podemos ver otros ejemplos en los que hemos aplicado este sencillo y rápido truco.
Finalmente podéis ver detenidamente los pasos en el siguiente video: