Un juez de los Estados Unidos ha dictaminado que la empresa China DJI ha infringido una patente de la empresa Autel Robotics USA y, por tanto, recomienda que la mayoría de los modelos de drones de DJI se dejen de importar a los Estados Unidos y que los ya existentes en las tiendas se retiren de las mismas para el mes de Julio. Esta medida afecta a los modelos Mavic Pro, Mavic Pro Platinum, Mavic 2 Pro, Mavic 2 Zoom, Mavic Air y Spark. Un duro golpe para una compañía que ocupa más o menos un 75% de mercado mundial de drones de consumo y que tiene en Estados Unidos gran parte de su mercado mundial.
Autel (fabricante de los conocidos drones Evo y Evo 2) interpuso una demanda ante la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos con la acusación de que DJI violaba una de sus patentes. En concreto la Patente de Estados Unidos nº 9.260.184 que se titula “Avión rotativo compacto no tripulado”.
Dicha patente describe un aparato volador que tiene cuatro brazos saliendo de un cuerpo en cuyos extremos disponen de unos rotores y unas patas. La patente se refiere específicamente al sistema de ensamblar las hélices a dichos rotores. El texto original afirma lo siguiente:
“Each rotor assembly has a rotor blade releasably attached by a lock mechanism. A clockwise rotor blade is releasably attached to a first rotor assembly by engagement in a clockwise lock mechanism, and a counterclockwise rotor blade is releasably attached to a second rotor assembly by engagement in a counterclockwise lock mechanism. The clockwise rotor blade is engageable only with the clockwise lock mechanism and the counterclockwise rotor blade is engageable only with the counterclockwise lock mechanism and cannot be engaged in the clockwise lock mechanism. A leg extends down from each rotor assembly to support the apparatus on the ground”.
Básicamente, lo que afirma la patente es que cada rotor dispone de un mecanismo de anclaje de las hélices que coincide con su sentido de giro, y que debajo de cada motor nos encontramos con una pata que sustenta el dron cuando se posa en tierra.
La Comisión estableció el 2 de Marzo que, a razón de la demanda interpuesta, DJI infringía la Sección 337 de la Ley de Aranceles de 1930.
Lo que es interesante es que si leemos lo que dice tal Sección, descubrimos que puede haber intereses comerciales y proteccionistas más allá del asunto de las patentes. Según el articulo 337 de la Ley Arancelaria de 1930, los métodos desleales de competencia y los actos relacionados con la importación o la venta de artículos en los Estados Unidos son ilegales si estos actos o métodos tienen por efecto o tienden a i) destruir o lesionar considerablemente una rama de producción que funcione de manera eficaz y económica en los Estados Unidos, ii) impedir el establecimiento de tal rama de producción, o iii) limitar o monopolizar el comercio en los Estados Unidos. Los actos y métodos desleales de competencia de que se trata abarcan la importación o venta de bienes con infracción de patentes válidas en los Estados Unidos. En el artículo 337 a) se declara expresamente que el artículo 337 es también aplicable a la importación o venta de productos obtenidos en el extranjero por un procedimiento protegido por una patente válida en los Estados Unidos. Dado que el artículo fue modificado por la Ley de Comercio de 1974, la mayoría de las investigaciones realizadas en el marco del artículo 337 se han referido a pretendidas infracciones de patentes. Las medidas de remedio que pueden adoptarse en virtud del artículo 337 en caso de infracción del mismo son el dictado de órdenes por las que se impida la importación en Estados Unidos de los artículos de que se trate (órdenes de denegación de entrada) y/o de mandamientos de cesar y desistir, por los que se ordene a las partes que infrinjan el artículo 337 que dejen de realizar el acto o de seguir el método de competencia de los que se haya constado que don desleales. La orden de denegación de entrada puede ser de carácter general y abarcar todas las importaciones que, en un asunto relativo a una patente estadounidenses, infrinjan la patente de que se trate, o puede estar limitada a las mercancías producidas por el demandado.
En nuestra simple opinión, la definición de la patente nos parece demasiado ambigua, y quizás hay más razones proteccionistas que de otra cosa en una situación de guerra comercial entre Estados Unidos y China en la que ha echado mano de una ley de casi 90 años. El golpe para DJI puede ser tremendo si no prosperan sus reclamaciones, y no sólo les supondrá una perdida de ingresos en el sector americano, sino que tendrán que rediseñar todos los futuros modelos que quieran sacar al mercado. Más aún cuando Autel quiere ir detrás también de los modelos Phantom e Inspire.
Malas noticias para DJI, pero sobre todo para aquellos usuarios que sin quererlo se ven envueltos en una guerra comercial que les deja sin soporte para sus equipos adquiridos y para los futuros usuarios que quizás vean un incremento en el coste de su nuevo dron. DJI siempre se ha caracterizado por distanciarse de sus competidores sacando al mercado drones más potentes y funcionales, pero puede que esta vez el golpe sea demasiado duro.