10 errores en el posado y su manera de corregirlos.

A la hora de realizar un retrato podemos controlar los esquemas de iluminación y la exposición, pero si fallamos en la pose del modelo no estaremos consiguiendo un buen resultado. Es más, puede que la imagen final no sirva para nada.

En Bright Side nos dejan una serie de errores que normalmente cometemos cuando nos colocamos delante de una cámara, y cómo a partir de dichas posiciones avanzar hacia una buena pose.

1.- Levanta la barbilla y dirigela hacia adelante.

Es importante que se vea el cuello de la persona. A veces inclinamos la cabeza de manera natural o pensando que podemos disimular la papada, pero el resultado final no es natural.

Lo que debemos hacer es tratar de estirar el cuello hacia adelante. Esta postura puede que no parezca natural, pero hace que se vea perfectamente el cuello a la vez que disimulamos la papada. Una vez que practiques un poco se pueden ver los buenos resultados.

2.- No te pongas de brazos cruzados.

Si inclinamos nuestra cabeza sin bajar los hombros el aspecto será poco natural. Si además cruzamos los brazos el resultado carece de forma y es difícil que la mirada se centre en algún punto de la imagen.

Cuando miremos hacia la cámara es bueno inclinar el cuerpo ligeramente hacia un lado, bajar los hombros y separar los brazos del cuerpo para que el contorno del cuerpo se defina perfectamente, y para que haya separación entre los brazos y el cuerpo rompiendo la continuidad que puede hacer que el cuerpo parezca más ancho de lo que es.

3.- Vigila la postura al sentarte.

Si al sentarnos no mantenemos la espalda recta, sino que nos recostamos, la espalda encorvada hará que alrededor de la cintura se acumulen algunos “kilos” de más. Es importante que mantengamos la espalda recta y nos estiremos ligeramente hacia atrás.

4.- Cambia el ángulo.

Si queremos definir aún más nuestro cuerpo podemos sentarnos con el rostro dirigido hacia la cámara y el cuerpo ligeramente inclinado alejándose de ella. El cuerpo inclinado con las piernas ligeramente desalineadas, para que se puedan ver ambas, concederá cierto dinamismo a la imagen y hará que la mirada quede atrapada en la imagen por más tiempo.

5.- Gira el torso.

Si giras el torso demasiado en dirección contraria a la cámara tus hombros parecerán más redondos y estrechos, mientras que tu pecho parecerá más amplio. Por otra parte si giras la parte superior de tu cuerpo hacia la cámara, parecerá más voluminoso.

La mejor opción es girar el cuerpo ¾ hacia la cámara. De esta manera el pecho parecerá más delgado y el busto más grande.

6.- Presta atención a dónde colocas los brazos.

Cuando posamos estando sentados, a menudo tendemos a cruzarnos de brazos. Cruzarse de brazos crea una mala impresión a la vez que hace que las manos queden ocultas, lo que hace que el retrato pierda naturalidad.

Es importante hacer visibles las manos pero también hacer que parezca una pose natural y agradable. Una buena manera de colocar las manos es dirigiéndolas hacia el rostro, teniendo siempre cuidado de que lo tocan ligeramente y nunca descargamos el peso de la cabeza sobre las manos. Si hacemos esto último las formas del rostro se deformaran por la presión del mismo sobre las manos.

Si queremos resaltar el rostro no cerraremos nuestra mano en un puño y lo apoyaremos sobre él. Es mucho mejor acariciar el rostro suavemente con los dedos.

7.- Crea lineas visuales.

Permanecer frente a la cámara con los brazos caídos a los lados carece de toda fuerza visual. Además puede hacer que al no haber espacio entre el cuerpo y los brazos, el cuerpo parezca más ancho de lo que realmente es y parezca que tenemos más kilos de los reales.

Es bueno alejar nuestros brazos del cuerpo creando cierto espacio entre ellos. Trata de crear lineas rectas y ángulos para acentuar el contorno de la figura y realzarla.

8.- Sácale partida a las curvas de tu cuerpo.

No hay nada que combine peor que lineas rectas con curvas. Así que al lado de nuestras caderas o torso no mantendremos nuestros brazos rectos. Vamos a buscar el aprovechar las curvas de nuestro cuerpo girándolo un poco alejándolo de la cámara a la vez que creamos más curvas con nuestros brazos.

Una pose sobre la cual empezar es girando ligeramente el cuerpo, colocando una mano sobre la cadera dejando un espacio alrededor del pecho y dejando que el otro brazo siga las curvas de tu cuerpo.

9.- No muestres los codos.

Un codo que apunte directamente hacia la cámara da la sensación de que el brazo está amputado. Si además la mano descansa sobre el cuello o el hombro se rompe el equilibrio en la foto y la imagen parece más “cargada” de un lado.

Si los brazos están presentes en el retrato, las manos también deben de permanecer visibles. Podemos bajar el codo ligeramente para que no apunte directamente a la cámara y la mano también esté visible.

10.- No tapes el rostro con las manos.

Es buena idea llevar la mirada hacia el rostro colocando nuestras manos cerca de él, pero no lo es si alguna parte del mismo es tapada por ellas. Eso haría que el rostro parezca más pequeño.

Deberemos de aprender a colocar las manos de tal manera que no tapen el rostro sino que se acerquen suavemente al mismo.

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